Lucrecia Brito Vásquez

Durante la conferencia de Oslo, ofrecida por Paz Espejo ,en el momento en que le fue otorgado
el premio Lisl y Leo Eitinger en Marzo de 1999, titulado ¨El Dolor de América Latina¨, relata su
trabajo de campo que efectuó en décadas ,con equipos pluridisciplinarios y experiencias de
trabajo colectivo en el terreno de la neuropsiquiatría, ella señala que el tratado de la Tortura de
la ONU 1984 , es posterior al de años de trabajo en lo que investigaron crímenes de Lesa
Humanidad, que provocaron un profundo dolor.
Ese dolor persiste mientras continúe la impunidad ante crímenes y diversas agresiones avaladas
por un estado desde su centro de poder.
Si bien los hechos ocurrieron durante la dictadura y persistieron con la política de reparación
‘’En la medida de lo posible’’, en la que la verdad tardó tantos años en conocerse. De esta
manera continuó perpetuándose la impunidad que permeó varias generaciones de los
afectados, la que a su vez desequilibró el desarrollo social, trastocando sus valores y
comportamiento cívico.
La tortura, las ejecuciones y la desaparición sin justicia y verdad, continúan la agresión estatal y
social, si no son reconocidas y sancionadas perpetuándose la violación de los derechos
humanos. Por lo tanto, requieren de una reparación normada por los organismos de derecho
internacional.
¨ El deber de prevenir las violaciones, investigarlas, tomar medidas apropiadas contra los
violadores y procurar recursos de reparación a las víctimas. Deberá prestarse atención a las
violaciones graves a los derechos humanos y al derecho humanitario internacional y a la
obligación de juzgar y castigará los autores de crímenes de derecho internacional. ¨ (1)
Lo anterior está normado por la ONU a partir de una investigación de Van Bowen, quien
investigó y emitió tres informes.
Luego en 1998 la ONU pidió un experto al presidente. Es así como el 2 de enero del 2000, se
entregan directrices para actuar en el ámbito de la reparación posterior a los conflictos. Si bien
estas se han practicado en varios países se incumplen aspectos fundamentales de ellas.
Una es la de justicia, el Estado tiene la obligación de juzgar y perseguir a los violadores de
derechos humanos, primero denunciándolos y luego juzgándolos de manera proporcional al
delito. Sin embargo, los exprisioneros-as denuncian que al mantener en secreto los nombres

señalados en el informe Valech por 50 años, no se les ha perseguido como corresponde.
Solamente han salido a la palestra aquellos denunciados por ellos mismos, quedando en sus
manos nuevamente ese deber de justicia que le corresponde al estado.
Sin embargo, la privacidad de las víctimas no ha sido totalmente resguardada, sus nombres
circulan públicamente. Lo anterior puede conllevar una persecución en algunos lugares
aislados.
La reparación requiere de un reconocimiento social a través de la memoria, con la historia que
ubique en su contexto los hechos y muestre la valía de cada ser humano que fue atropellado de
manera concertada y sistemática por un estado que quería destruir pensamientos e idearios
político-sociales.
En América latina se instaló la doctrina de contrainsurgencia, que sirvió para ubicar a los
opositores como enemigos internos, en Chile se inventó un plan z de exterminio para justificar
la represión, se inició una escalada de denostación que no termina, apelándolos-as:
delincuentes, terroristas o violentistas. Se creo un ambiente de miedo con el abuso de poder
basado en la prisión masiva, la tortura, el exterminio y lo más grave la desaparición masiva.
Pero los perpetradores de estos crímenes siguieron amparándose en su supra poder y se
presentan como inocentes secretarios-as en las querellas, sin reconocer sus crímenes a pesar
de las evidencias y testigos. Ellos, en su mayoría ex presos y presas políticas, han sido la presión
constante para no esquivar la verdad, la justicia y el reconocimiento social.
¨En la lista que se detalla a continuación, se nombran las 1210 personas consideradas
detenidos desaparecidos en Chile tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973
ocurrido en dicho país. De estas 1210 personas, 79 eran mapuches (6,52 %), 60 eran
extranjeros (4,95 %) y 54 eran menores de edad (4,46 %) Wikipedia 20:40 hora¨
En este dato no se señala las mujeres embarazadas y desaparecidas que son 6, presentadas
por Archivo Chile 20:55 hora.(2). También hubo mujeres ejecutadas en estado de gravidez.
La Asociación de Familiares de Presos-as Desaparecidos-as solicito una investigación
exclusiva para conocer si los niños fueron asesinados o entregados a familias.
La desaparición es una tortura permanente para sus familiares y es un trauma que incide en el
comportamiento social, en la medida que la impunidad avala el desprecio por el derecho a la vida.
Pero es fundamental insistir que borrar la memoria o silenciarla producen un daño inmenso,
porque la indiferencia y la falta de reconocimiento profundizan la impunidad, aísla a quienes la
sufren, cinco generaciones comprobado y así separa a las comunidades, cargándoles
injustamente con una historia que es de todes.
Frases que repiten algunos como “Ya están con lo mismo”,” Otra vez la misma historia ”
¿Cómo una madre puede olvidar la desaparición de sus hijos? y lo contrario
¿Cómo le podemos pedir a un hijo que haga lo mismo con sus padres?

(1)Recordar Violación :de derechos humanos: una mirada médica, psicológica y política, Paz Rojas Baeza pág. 269 a 270, LOM 2017, Santiago de Chile, 327 páginas

(2) http://www.archivo-chile.com