Autora: Lucrecia Brito Vásquez

La memoria es el trasvasije del pasado hacia el presente, con el propósito de mejorar el futuro. Sin embargo, no es tan así de lineal, cuando un recuerdo es traumático. A veces creemos haberlo superado, pero este regresa cuando no se ha logrado el reconocimiento y la justicia ante tanta ensaña y maldad como podemos observar en los enfrentamientos antagónicos actuales.

La memoria es propia de los seres vivientes está impregnada e inscrita en nuestros cuerpos porque el derecho a la vida y a su dignidad nos ha servido de base para elaborar tratados universales que la defienden, para lograr la construcción de una sociedad vivible y ensoñadora de un entorno armónico, sin discriminación y opresión de ningún tipo. Los derechos universales de la ONU así lo determinan(1), también estudiosos de la Nueva Historia, aquella que se inscribe de la mano de las vivencias populares tales como Gabriel Salazar, Angélica Illanes y Mario Garcés entre otros en Chile(2), grandes investigadores desde el genocidio Nazi y la segunda guerra mundial, antropólogos, sociólogos, sociólogos, médicos forenses han mostrado y demostrado que es imprescindible develar esta memoria traumática para establecer reflexiones y reglas de superación y no repetición. Para superar tanto dolor y vejación vividos por ser diferentes o por soñar otro mundo.

Sin embargo, los perpetradores de estas violaciones, los detentores del poder y opresión se oponen a ella a través del negacionismo, el blanqueo de sus aberraciones, la distorsión y desprestigio de sus oponentes. Pero esta maquinaria instalada desde los estados y el imperio fue concertada desde que surge el poder negando la memoria de pueblos originarios, la mujer, los trabajadores, los animales y la naturaleza. Hoy reconocemos que la madre tierra, el mar, las diversas especies animales y por ende las personas somos portadores de esta capacidad que nos da los elementos de nuestra identidad. Cuando ésta, es avasalla perdemos el equilibrio y se generan las crisis que no nos dejan avanzar en un dialogo fraterno.

Aquellas memorias de quienes respetaban los derechos laborales, campesinos, poblacionales y estudiantiles eran miles y millares en toda América Latina. La pobreza se veía y olía por todas partes. la desnutrición y la mortalidad infantil contaba con cifras abismantes. La mortalidad materna, las poblaciones marginales y la falta de infraestructura eran visibles por doquier, por lo tanto, adscribir a un presidente o un programa que planteaba el ocuparse de estas problemáticas era lo lógico. A pesar de todas las dificultades con el boicot del imperio, los escases de alimentos y el mercado negro, la base colectiva de los desposeídos se organizaba cada día y superaba las dificultades, prueba de aquello fue el aumentó de las votaciones en favor de ese gobierno popular, encabezado por Salvador Allende en Chile, que avanzaba cotidianamente en reconocer la identidad y la memoria de quienes producían las riquezas de este país. Si vemos la Batalla de Chile nos daremos cuenta de aquello. Si leemos los poemas de Gabriela Mistral, escuchamos a Violeta Parra o Víctor Jara por nombrar algunos autores de la gran producción artística tenemos las pinceladas de esta memoria social que se quería superar y los sueños o pensamientos futuros.

“la memorias y el olvido se configuran como imágenes reversas, como intrinsicamente relacionadas; el olvido muchas veces se le considera como el reverso de la memoria; fenómenos abarcados desde la psicología, desde las ciencias médicas, cuyas funciones son de índole biológica, posteriormente se les ha ido considerando como poderosas construcciones sociales y altamente cargadas de subjetividad y consideradas campos de poder y construcciones que pueden pensarse como políticas”(3)

Al producirse el golpe militar se inicia un periodo de construcción  de distorsión histórica de la memoria. Bajo el pretexto de combatir el enemigo interno, se instala una dictadura bajo la teoría de la Seguridad Nacional(4) , aquellos que militaban o participaban pasan a ser terroristas, delincuentes, Lo anterior sirve como justificación para reprimir y aniquilar al opositor , desde ese momento se inicia el desarrollo de  la memoria traumática, en primer lugar, reprimen a los militares constitucionalistas siendo los primeros torturados y apresados. Luego viene la represión masiva, la destrucción de piras de libros, las razias en fábricas, poblaciones y universidades, las ejecuciones y apresamientos en diversos estadios y recintos militares y de carabineros.

En definitiva un Estado que debe resguardar la seguridad de sus conciudadanos hizo lo contrario.

A posteriori instalaron  la  represión sistemática con la aniquilación de militantes y  partidos específicos ,para lo anterior se crea la escuela de tortura de Tejas Verdes, “El Despertar de Los Cuervos” de Ángel Rebolledo nos muestra esa memoria de exterminio, difícil de imaginar, pero el cine documental sobre “Colonia Dignidad” nos devela en este 2021 la maquinaria montada con antelación por Patria y Libertad y la extrema derecha, ese ya era un lugar donde se torturó de por vida a sus propios fundadores. Su memoria es terrible.

Una vez recobrada la democracia  Primero se realiza el Informe Rettig , que recoge las denuncias de miles de personas que fueron fusiladas o desaparecidas, luego La ley Valech acoge los testimonios de miles de personas a lo largo de Chile, llegando a la conclusión que esta prisión y tortura fue planificada por el Estado y sus agentes, manteniendo los mismos parámetros, los que a su vez dependían de las diversas ramas del ejército.

A mediados de los 80 efectúan montajes y aniquilamientos en las calles y también torturan en lugares móviles, estas memorias se desconocen y no ha habido una investigación profunda al respecto. Lo mismo ocurre con la represión en las poblaciones, las personas relegadas y exiliadas, formas de represión que aún no son suficientemente estudiadas y socializadas. Todo lo anterior es conocido como crímenes de Lesa Humanidad.(5) Pero el trabajo de la memoria es lento y arduo y hay lugares e instituciones que aún no asumen este pasado que debiese ser integrado a la historia, uno de éstos es Playa Ancha, lugar que por su impronta social tiene que contar su historia, reconocer los hechos y de este modo repararlos y seguir vigilante con los innumerables atropellos que hasta hoy en día suceden.

Bibliografía

1-Jelin Elizabeth, Los trabajos de la Memoria, Siglo Veintiuno , Argentina Editores, 2002,146pags.

2-Bertaux Daniel Los relatos de Vida, , Paris Edition Nathan , 1992, 127 pags

3-Nora Pierre Los lugares de la Memoria, , Paris  Edition Gallimard 1997, 535 pags

4-M Memorias en Busca de la Historia, Universidad Bolivariana, SantiagoLOM ediciones 2008, 265 pags

5-Lira Elízabeth y Brian Loverman 1990-2004, Santiago LOM ediciones, 503 páginas

6-López Loreto , Lugares de Memoria, narrativas de la represión, Santiago U de Chile 2014, Memorias en Busca de la Historia

7-Mario Garcés Durán, Pan, trabajo, justicia y libertad. Las luchas de los pobladores en dictadura (1973-1990). Bayron Velásquez Paredes. Reseñas. 8-María Angélica Illanes Oliva, Cuerpo y Sangre de la Política, Lom. Ediciones